Tal y como expresamos en nuestro post anterior, la identidad corporativa no es cosa de juego.

Algunas empresas tardan varias décadas en ajustarse a las nuevas tendencias, y es que no es fácil decidir cuando y como es momento de hacer un refrescamiento de marca, sobre todo cuando se ha invertido muchisimo en posicionar la misma en la mente de los consumidores.

Las grandes empresas saben cual es el costo de crear y construir una buena marca e identidad corporativa.

Cocacola por ejemplo, casi mantiene el mismo logo y tipografía pero sus envases y presentaciones han sufrido una serie de cambios a lo largo del tiempo, así como la aplicación del logotipo y el manejo del mismo.

Avon no se puede quedar atrás. Siendo una marca internacional presente en varios paises. Tomó mucho tiempo, especialmente en su público posicionar y registrar su tipografía y formas Light, delineadas casi con presición de escuadra.

No solo se trataba de un par de letras sino que cada letra así como las formas de sus trazos, si te fijas bien, tienen un significado.

Dicho significado, evidentemente tiene que ser sutil para que no se sature visualmente y se confunda a las audiencias. Y es en lo que han estado trabajando y mejorado desde el siglo XIX cuando se creó como California Perfume Company.

Lo mismo sucede con la marca actual, ahora más femenina, en un estilo casi retro, con tipografías bold. Es bastante armonioso si nos ponemos a apreciarla con cuidado. Los trazos de la O coinciden con los trazos internos en las letras A y V, dandole mucha congruencia entre si.

La n en minúscula por su lado le da un final irreverente e informal, como diciendo: “Somos una marca elegante pero irreverente”… Avon por lo general estaba enfocada a un público femenino serio, por lo que no es de extrañarnos que continúen en esa tendencia que tan bien ha funcionado.

Esperemos a ver cómo aplicarán de ahora en adelante dicha marca a los distintos escenarios.



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